Existe control de usuarios y grupos en el núcleo de la administración del sistema de Red Hat Linux.
Los usuarios pueden ser gente real (cuentas ligadas a un usuario físico en particular) o usuarios lógicos (cuentas existentes para aplicaciones particulares). Ambos tipos de usuarios, reales o lógicos, tienen un ID de usuario y un ID de grupo. Los IDs de usuario habitualmente son únicos (pero no tienen por qué serlo).
Los grupos son siempre expresiones lógicas de organización. Los usuarios forman grupos y los grupos forman fundaciones de usuarios ligados a los que les dan permisos de lectura, escritura o de ejecución de un archivo determinado.
Cualquier archivo creado se asigna a un usuario y a un grupo cuando se crea, de la misma manera que se asignan la lectura, la escritura y la ejecución de permisos para el propietario del archivo, para el grupo asignado al archivo y para cualquier otro usuario en un host. El usuario y el grupo de un archivo particular, así como los permisos en ese archivo, pueden ser cambiados por un root o, en menor grado, por el creador de un archivo.
Una de las tareas más importantes de cualquier administrador del sistema, es la de asignar y revocar permisos. Afortunadamente, Red Hat Linux hace este trabajo lo más sencillo posible al mismo tiempo que preserva la seguridad de los archivos en el host.
La gestión de usuarios y grupos ha sido tradicionalmente tediosa, pero Red Hat Linux posee algunas herramientas y convenciones que facilitan el manejo de usuarios y grupos.
De la misma manera que puede utilizar useradd para crear un nuevo usuario desde un intérprete de comandos de la shell, un manera bastante conocida de manejar usuarios y grupos es a través de Linuxconf ( consulte la Official Red Hat Linux Customization Guide para más detalles sobre Linuxconf).